jueves, 30 de septiembre de 2010

FRACASA EL INTENTO DE GOLPE DE ESTADO EN ECUADOR

NOS LLENA DE SATISFACION, QUE EL INTENTO DE GOLPE DE ESTADO EN ECUADOR, HAYA FRACASADO. EL PUEBLO ECUATORIANO SE MOVILIZO INMEDIATAMENTE Y CON VALOR. MANTENIENDO A LA POLICIA ALA DEFENSIVA Y EL JAQUE MATE FUE CUANDO EL EJERCITO SE MANTUVO LEAL AL PRESIDENTE RAFAEL CORREA Y LO RESCATO.
QUE LOS INDEPENDENTISTAS EN PUERTO RICO APRENDAN DEL PUEBLO ECUATORIANO, ASI ES QUE SE DEFIENDE LA NACION, CON MILITANCIA.

HEMOS DADO POR TERMINADA LA CAMPAÑA DIFAMATORIA Y DE FANGO, DEL PNPR A NUESTRO LIDER, EL COMANDANTE GENERAL JOSE NIEVES


DESDE MARZO DE 2010, EL PARTIDO NACIONALISTA DE PUERTO RICO, POR MEDIO DE SU JUNTA NACIONAL, DESATO UNA CAMPAÑA DE MENTIRAS Y CALUMNIAS AL COMANDANTE GENERAL.POR MAS DE 6 MESES LO ACUSARON DE QUERER DAR UN GOLPE, DE AUTOPROCLAMARSE COMANDANTE. LLEGARON A LA PARANOIA DE INVENTARSE EL RUMOR DE QUE EL COMANDANTE IBA CON 20 PERSONAS A BUSCAR PROBLEMAS EN LA CONMEMORACION DE LA MASACRE DE PONCE EL 21 DE MARZO DE 2010.ALGO TOTALMENTE FALSO.Y DURANTE EL MES DE SEPTIEMBRE HAN LLEGADO A LA BAJEZA DE ACUSARLO DE AGENTE AL ESTILO MALAVE Y DE ROBARSE EL REGLAMENTO Y LAS MINUTAS DEL DEL 2000 AL 2009. DICEN QUE TIENEN LA EVIDENCIA E INMEDIATAMENTE EL COMANDANTE NIEVES PRESENTO SUS PRUEBAS CONTUNDENTES POR FACEBOOK Y POR ESTA PUBLICACION EN LINEA. LOS RETO A QUE LA ENSEÑARAN Y EL SE QUITABA. HA PASADO TIEMPO Y NO HAN MOSTRADO NINGUNA EVIDENCIA, PORQUE NO EXISTEN, SU CONTESTACIONES SON SOLO INSULTOS Y MENTIRAS.HA QUEDADO COMPLETAMENTE CLARO, QUE NUESTRO COMANDANTE EN JEFE ES INOCENTE DE TODO LO QUE SE LE ACUSA.
LOS ALBIZUISTAS-NACIONALSOCIALISTAS DE PUERTO RICO Y LOS CADETES DE LA REPUBLICA DE PUERTO RICO(EJERCITO LIBERTADOR) NO DESEAMOS LA VIOLENCIA Y MENOS CON INDEPENTISTAS. DE NUESTRA PARTE, ESTE LAMENTABLE EPISODIO HA TERMINADO.QUEREMOS PAZ. SIGAN SU CAMINO,QUE NOSOTROS SEGUIREMOS EL NUESTRO.
COMANDO NACIONAL

BREVE HISTORIA DEL PARTIDO NACIONALISTA DE PUERTO RICO

PARTIDO NACIONALISTA DE PUERTO RICO
El PNPR se fundó en el 17 de septiembre de 1922. Su principal objetivo es lograr la reinstauración de la República de Puerto Rico. Puerto Rico es una Nación intervenida por el gobierno de los EE.UU. y sometida a un régimen colonial administrado por partidos coloniales. En el 1930, Don Pedro Albizu Campos fué elegido Presidente. Bajo el liderato de Albizu, el Partido se convirtió en una vanguardia de lucha y en un movimiento de liberación nacional. Después de la muerte de Albizu, el Partido Nacionalista fue duramente atacado por las fuerzas represivas del gobierno de los EE.UU., pero a pesar de todo sobrevivió gracias al legado revolucionario de Don Pedro Albizu Campos. El Nacionalismo es el espíritu dedicado a los intereses de la Nación; un deseo por el avance, el bienestar y la prosperidad de la Nación y de todos aquellos que la componen. Es el alma de la Nación. El Nacionalismo es Patriotismo, y el Patriotismo es el Amor a la Nación. El Nacionalismo es la Patria organizada para el rescate de su Soberanía.
LAMENTABLEMENTE, EL30 DE MAYO DE 2009 Y MAS DOLOROSO AUN, BAJO LA PRESIDENCIA DE LA NIETA DE EL MAESTRO, DON PEDRO ALBIZU CAMPOS, LA SRA. ROSA MENESES,ABANDONO EL ALBIZUISMO AL ELLA DECIR Y CITAMOS:"LA EPOCA DE ALBIZU CAMPOS YA PASO, ES HORA DE REFUNDAR EL PARTIDO NACIONALISTA" (refundar - Reorganizar la estructura [de una institución, organización, etc.] para que vuelva a funcionar con normalidad.
Diccionario Enciclopédica Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.)
ENTRE OTRA COSAS Y CON ESA TRAICION AL ALBIZUISMO FUE LO QUE CAUSO QUE EL 3 DE JUNIO DE 2009, LOS CADETES DE LA REPUBLICA DE PUERTO RICO(EJERCITO LIBERTADOR) LE RETIRARA SU APOYO AL PNPR AL CONVERTIRSE NUEVAMENTE EN EL PARTIDO DE 1922, PERO ESTA VEZ BAJO LA INFLUENCIA COMUNISTA.

martes, 28 de septiembre de 2010

DECLARACIONES DEL COMUNISTA DISFRAZADO DE NACIONALISTA, JOSE FROILAN LOPEZ


"Ademas es correcto decir que el tiempo de Albisus a pasado pues las situaciones y la vida del puertorriqueno es distinta." 2009
Jose F Lopez El 27 de septiembre a las 17:48
Comandante de la cuchara y la boca pagado por el estado para seguir dividiendo. alejandro gonzalez malave era igual al auto llamado comandante.
Ejercito Libertador El 27 de septiembre a las 17:51
PRUEBALO Y ME RETIRO. ¡COMUNISTA!!
Ejercito Libertador El 27 de septiembre a las 17:55
COMUNISTA DISFRAZADO DE NACIONALISTA, PRUEBA QUE LO SOY Y ME RETIRO. TE RETO A QUE LO PRUEBES, FOTUTO.
Ejercito Libertador El 27 de septiembre a las 17:56
TRAIDORES SON USTEDES QUE ABANDONARON EL ALBIZUISMO. AHORA ERES EL ECO DE JERRY, TREMENDO. PRUEBEN QUE SOY UN AGENTE QUE EL ESTADO ME PAGA, PRUEBENLO Y ME RETIRO. YO SI TENGO LAS PRUEBAS DE QUE TENGO LA RAZON.
NO HA PRESENTADO LAS PRUEBAS, PORQUE NO EXISTEN, EL FROILAN ESTE, ES UN FOTUTO DEL PARTIDO NACIONALISTA DE PUERTO RICO, EL TONTO UTIL QUE ES UTILIZADO COMO MARIONETA.

LA IZQUIERDA NOS HA TRAICIONADO

EL COMANDANTE GENERAL JOSE NIEVES SEISE HA SIDO INJUSTAMENTE ATACADO PORQUE FUE EL UNICO QUE SE ATREVIO HACERLE FRENTE A ROSA MENESES, NIETA DE ALBIZU CAMPOS. PARECE MENTIRA QUE A LOS QUE QUIEREN LUCHAR DE VERDAD POR LA INDEPENDENCIA DE PUERTO RICO, SEAN LOS MISMOS INDEPENDENTISTAS Y NO LOS FEDERALES LOS QUE NO LOS DEJEN INTENTARLO. NOS SENTIMOS TRAICIONADOS. PIENSEN LO QUE QUIERAN.

COMANDO NACIONAL

lunes, 27 de septiembre de 2010

SIGUE LA CAMPAÑA DE MENTIRAS


Jose F Lopez El 27 de septiembre a las 17:48

Comandante de la cuchara y la boca pagado por el estado para seguir dividiendo. alejandro gonzalez malave era igual al auto llamado comandante.

COMUNISTA DISFRAZADO DE NACIONALISTA, PRUEBA QUE LO SOY Y ME RETIRO. TE RETO A QUE LO PRUEBES, FOTUTO. EL CANCER DEL COMUNISMO SE HA REGADO EN EL LLAMADO PARTIDO NACIONALISTA.
COMANDANTE GENERAL NIEVES

LOS ALBIZUISTAS-NACIONALSOCIALISTAS APOYAMOS EL FIN DEL BLOQUEO A CUBA

LAS MENTIRAS E INSULTOS DEL PRESIDENTE DEL PARTIDO NACIONALISTA DE PUERTO RICO, PACO TORRES


EN MARZO DE 2010,EL ENTONCES MIEMBRO DE LA JUNTA NACIONAL Y AHORA PRESIDENTE DEL PARTIDO NACIONALISTA DE PUERTO RICO, FRANCISCO "PACO"" TORRES EN UN COMUNICADO DE PRENSA EN CONTRA DE NUESTRO COMANDANTE GENERAL ESCRIBIO:
El puesto de comandante nunca ha existido en los cadetes y el rango mayor que existe es el de capitán de acuerdo a la organización que Don Pedro Albizu Campos estableció. El rango de comandante solo se gana de una forma, en combate.

Sin embargo, a uno de los compañeros le escribió lo siguiente:
Paco Torres El 25 de julio a las 22:58
No sea un energumeno e ignorante. La estupides de seguir a un demente no lleva a nada bueno. Y por si no lo sabia fui Comandante de los Cadetes mucho antes de que usted supiera llevarse una cuchara a la boca. Dejese de estupideses.

SUS EXPRESIONES HABLAN POR SI MISMAS.

CAMPAÑA DE ODIO Y MENTIRAS DE PARTE DEL VICE PRESIDENTE DEL PARTIDO NACIONALISTA JERRY SEGARRA A MI PERSONA

POR EL COMANDANTE GENERAL, JOSE NIEVES SEISE

Jerry Segarra COMPANEROS; EL SENOR JOSE NIEVES FUE EXPULSADO DESHONROSAMENTE DEL PARTIDO NACIONALISTA POR SUS ACTUACIONES CONTRA MIEMBROS DEL PARTIDO Y POR FALTAR AL RESPETO DE LA JUNTA EN PLENA ASAMBLEA. EL QUE TENGA DUDA AL RESPECTO QUE SE COMUNIQUE CON LA DIRECTIVA. Y YO NO DIGO COMANDANTE A NADIE, SOLO A DON PEDRO ALBIZU CAMPOS. CHARLATAN!
From: Jose Nieves
Sent: Saturday, July 04, 2009 4:50 PM
To: 'PIQUI@COQUI.NET'; 'jrngseise@yahoo.com'
Subject:
Licenciada Rosa Meneses
Presidenta PNPR
El motivo de este correo es notificarle mi renuncia inmediata al puesto de Segundo Vice Presidente del Partido Nacionalista de Puerto Rico y mi desafiliación, por la circunstancias que usted muy bien conoce.
Atentamente,
José Nieves
JERRY,¿QUIEN ES EL CHARLATAN???

Jerry Segarra ASI QUE TE APODERASTE DEL TITULO, Y ESTAS INVITANDO A LOS JOVENES A HACER LO QUE TU NO TE ATREVES. CUIDADO MUCHACHOS; ES UNA TRAMPA.ESTE ES UN AGENTE DISOCIADOR.RECUERDEN EL CERRO MARAVILLA Y DESCONFIEN DE LOS AJITADORES

JERRY, TE RETO A QUE PRUEBES ESA GRAVE ACUSACION Y SI ALGO ME SUCEDE POR ESOS COMENTARIOS DE ODIO, TU SERAS EL RESPONSABLE.

CAMPAÑA DE FANGO POR PARTE DEL PARTIDO NACIONALISTA DE PUERTO RICO AL COMANDANTE GENERAL JOSE NIEVES SEISE

CONTESTACIÓN CON PRUEBAS A COMUNICADO PNPR
viernes, marzo 26, 2010, 12:07 pm
No permitiré que se me difame, aquí presento las pruebas de las falsas acusaciones que me hace Paco Torres en nombre de la Junta Nacional del PNPR.
1- El Sr. Nieves fue expulsado del Partido Nacionalista de Puerto Rico - Movimiento Libertador, en primer lugar por sus actitudes facciosas y golpistas dentro del Partido. Falso, tú sabes que Rosa Meneses no me dejó hablar en la asamblea ordinaria, porque aspiraba a la presidencia del PNPR y no querían que se supiera, ustedes fueron los facciosos. Tú sabes que no fui expulsado, yo renuncié. Aquí correos electrónicos enviado a Rosa Meneses, probando que no hubo actitudes golpistas ni expulsión.
From:
> Jose Nieves
> Sent: Thursday, February 12, 2009 10:11 PM
> To: 'PIQUI@COQUI.NET'
> Subject:
> Asamblea Nacional
> Saludos Rosa
> Espero que te encuentres bien.
> Te informo, obedeciendo a tu pedido de relevo generacional
> en el 2005 y como te indiqué en el 2007, que el el relevo
> generacional se debe hacer con transición y tu estuvistes
> de acuerdo. Me postularé para la Presidencia del PNPR.
> Espero contar con tu apoyo. Cualquier cosa escribir a mi
> correo personal, no a éste o déjame mensaje en el celular.
> Atentamente
> José Nieves
> Segundo Vice Presidente
> PNPR
From: Jose Nieves
Sent: Saturday, July 04, 2009 4:50 PM
To: 'PIQUI@COQUI.NET'; 'jrngseise@yahoo.com'
Subject:
Licenciada Rosa Meneses
Presidenta PNPR
El motivo de este correo es notificarle mi renuncia inmediata al puesto de Segundo Vice Presidente del Partido Nacionalista de Puerto Rico y mi desafiliación, por la circunstancias que usted muy bien conoce.
Atentamente,
José Nieves
2- Me acusas de autoproclamarme comandante. Los cadetes me pidieron que yo fuera el Comandante y se lo dije a Rosa Meneses. Desde marzo de 2006 soy el Comandante de los Cadetes. Aquí lo pruebo con un correo que le envié a Rosa Meneses en el 2007.
Cadetes
viernes, mayo 25, 2007, 4:28 pm
De: "JOSE NIEVES"
A: piqui@coqui.net
Hola Rosa
Espero que te encuentres bien. Te informo que el domingo 27 por la noche se pasquinará en los pueblos de Carolina, Río Piedras(San Juan), Canóvanas, Trujillo Alto y Río Grande.
En otros temas, le voy a enviar cartas a Richard y Angel, debido a que no he sabido nada de ellos desde Ponce.Les envié mensaje a sus correos electrónicos y no he recibido respuesta, el de Angel ya no existe. Si tienes el número de ellos, favor de enviármelos cuando puedas.
Esta semana entrevistaré a 2 candidatas y en junio 3 candidatos, luego te informo.
Atentamente
José Nieves
Comandante Nacional
Tomás López de Victoria fue el Comandante General de los Cadetes en la Masacre de Ponce, si hay comandantes y ya tenían el rango antes de la Revolución del 1950. Paco, tú estuviste fuera del PNPR por varios años y ya yo llevaba 3 años de Comandante, cuando reaparecistes.
3- Reiteramos que Los Cadetes son un organismo del Partido. Mentira.Los Cadetes no aparecen como un organismo del partido. Paco, yo te dí copia de esta parte del reglamento, el 2 de julio de 2009 cuando nos reunimos.
Artículo 2 Sección 1 del reglamento del partido nacionalista dice: Los Organismos del Partido Nacionalista de Puerto Rico, de ahora en adelante referido como el Partido, serán: Asamblea Nacional, la Junta Nacional y las Juntas Municipales.
3- Si el Sr. Nieves quiere organizar un grupo lo puede hacer, pero no utilice los organismos históricos y símbolos del Partido Nacionalista. Sus actitudes de querer incorporar los "cadetes" en el "departamento de estado" de la colonia están fuera de todo orden patriótico y denota su sentido de reconocimiento a la administración colonial y al poder interventor yanqui. Mentira.
Los Cadetes de la República de Puerto Rico no están ni se van a incorporar al departamento de estado colonial. La bandera negra con la cruz de Jerusalén o Potenzada blanca pertenece a los Cadetes y no al PNPR. La bandera del PNPR es la de Puerto Rico.
Paco, parece mentira que por un puesto en la Junta Nacional te hayas prestado para estas calumnias hacia nosotros. Mis intenciones tú las sabes porque te las dije cuando nos reunimos, organizar los Cadetes para que sean parte activa de la lucha por la independencia de Puerto Rico. No para los días históricos como lo quiere tu presidenta la Licenciada Rosa Meneses. Además, yo nunca he jurado defender la constituciones de la colonia ni del invasor contra enemigos externos e internos, yo no soy abogado.
AHORA SABEMOS, QUE EL PUESTO ERA LA PRESIDENCIA DEL PNPR.

¿PORQUE JERRY SEGARRA NO FUE EXPULSADO DEL PARTIDO NACIONALISTA EN EL 2008?


EN LA ASAMBLEA DEL PARTIDO NACIONALISTA CELEBRADA EN CANOVANAS EL 5 DE AGOSTO DE 2007,SE APROBO UNANIMEMENTE QUEMAR LAS TARJETAS ELECTORALES EL DIA ANTES DE LAS ELECCIONES DEL 2008.EL ACTOR JERRY SEGARRA VOTO EN ESA ASAMBLEA Y NO CUMPLIO. EN EL ARTICULO XIX SECCION 5 ( EL 5 APARECE COMO E)DICE LO SIGUIENTE: SE CONSIDERARA EXPULSADOS POR LAS SIGUIENTES FALTAS:
1- DESACATAR O VIOLAR LOS ACUERDOS EN LAS ASAMBLEAS NACIONALES O LA JUNTA NACIONAL.
2- DEFENDER PUBLICA O PRIVADAMENTE PRACTICAS, IDEOLOGIAS O PRONUNCIAMIENTOS CONTRARIOS A LA POLITICA O PRINCIPIOS ESTABLECIDOS POR EL PARTIDO.
3- APOYAR CANDIDATURAS O TACTICAS DE OTROS PARTIDOS...
1-NO QUEMO O ROMPIO SU TARJETA ELECTORAL.
2- VIOLO EL PRINCIPIO DEL PNPR, DE NO VOTAR EN LAS ELECCIONES COLONIALES.
3- APOYO PARA GOBERNADOR AL CANDIDATO DEL PIP, EDWIN IRIZARRY MORA.
LA ENTONCES PRESIDENTA ROSA MENESES VIOLO EL REGLAMENTO DEL PARTIDO NACIONALISTA AL NO EXPULSAR A JERRY SEGARRA, ¿PORQUE? ¡PORQUE YA NO SON ALBIZUISTAS!

EL ACTOR QUE SE VISTE COMO SI FUERA CADETE


EL ACTOR JERRY SEGARRA NUNCA JURO COMO MIEMBRO DE LOS CADETES DE LA REPUBLICA DE PUERTO RICO. SOLAMENTE IBA A LAS ACTIVDADES UNA O DOS VECES AL AÑO, VESTIDO COMO SI FUERA CADETE. EL PUEBLO PATRIOTA DEBE TENER CLARO, QUE EXCLUYENDO A TOÑITO, LAS PERSONAS QUE SE VISTEN COMO SI FUERAN CADETES EN LAS ACTIVIDADES DEL PARTIDO NACIONALISTA, SON ESO, PERSONAS QUE SE VISTEN COMO SI FUERAN CADETES. PERO LUEGO DE LA TRAICION DEL PNPR AL ALBIZUISMO EN MAYO DE 2009, AHORA DICE QUE QUIERE LUCHAR, CLARO PORQUE EL SABE QUE TODO ES ACTUACION. EL DECIR QUE NO SOMOS EL EJERCITO LIBERTADOR ES OTRA ACTUACION DEL SEUDO CADETE CAMEO.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Informe Leuchter

OBJETIVO
El propósito de este informe y de la investigación sobre la cual
está basada es determinar si las supuestas cámaras de gas para
ejecuciones y las instalaciones de crematorios en estos tres sitios
en Polonia, a saber: Auschwitz, Birkenau y Majdanek, podrían haber
funcionado, operacionalmente, así como están descritas en la
literatura sobre el Holocausto. Para este propósito la investigación
incluyó la inspección física de las instalaciones, el estudio del
diseño de estas instalaciones y una descripción del procedimiento
aplicado en estas instalaciones, para determinar la cantidad de gas
utilizado, así como el tiempo necesario de estas operaciones (por
ejemplo, tiempos de ejecución y de ventilación), el espacio físico de
las cámaras en relación a la capacidad ocupacional, el
procedimiento y el tiempo necesario para manejar y cremar
cadáveres, con el objetivo de determinar la veracidad y la
credibilidad de relatos insostenibles. Este informe no incluye la
determinación de cifras sobre personas que perecieron o fueron
asesinadas por otros medios que no sean el gas, o si un eventual
“Holocausto” haya ocurrido. Además, no es la intención del autor el
redefinir el “Holocausto” en términos históricos, sino de suministrar
evidencia e información científica de los sitios actuales y exponer
una opinión basada en todos los datos científicos, cuantitativos y de
ingeniería al alcance, en cuanto al propósito y uso de las supuestas
cámaras de gas para ejecuciones y de las instalaciones de los
crematorios en los sitios investigados.
CONCLUSIONES
Después de haber revisado todo el material y haber
inspeccionado todos los sitios en Auschwitz, Birkenau y Majdanek,
el autor encuentra la evidencia abrumadora: No había cámaras de
gas para ejecuciones en ninguno de estos lugares. Es la opinión de
este autor que las cámaras de gas en los sitios inspeccionados no
podían haber sido utilizadas entonces ni ahora. Tampoco deben
seriamente ser consideradas las opiniones de que funcionaron como
cámaras de gas para ejecuciones.
Confeccionado el 5 de abril de 1988, en Malden,
Massachussets.
Fred Leuchter Asociados.
Firmado
Fred A. Leuchter, Jr.
Ingeniero

sábado, 25 de septiembre de 2010

LARES, DE LA CIUDAD DEL GRITO A LA CIUDAD DE LOS CIELOS ABIERTOS


EL GRITO DE LARES FUE LA PRIMERA GESTA LIBERTARIA EN LA HISTORIA DE LA NACION PUERTORRIQUEÑA.EL PUEBLO DE LARES ESTA ORGULLOSO DE LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA QUE SE LIBRO ALLI CONTRA EL COLONIAJE ESPAÑOL. LAMENTABLEMENTE SE HAN ENTREGADO AL COLONIALISMO ESTADOUNIDENSE Y LES HA COSTADO CARO. LARES HA SIDO HUMILLADO POR EL AL ACALDE ASIMILISTA, AL CAMBIAR EL NOMBRE DE LA CIUDAD DEL GRITO A LA CIUDAD DE LOS CIELOS ABIERTOS. EL PUEBLO SE MOLESTO Y PROTESTO SIN RESULTADO ALGUNO.¿ QUE ESTAN ESPERANDO LOS LAREÑOS? ¿QUE VAYAN GENTE DE OTRO PUEBLO A HACERLE JUSTICIA HISTORICA A SU PUEBLO? ¿ O SE HUMILLARAN Y ESPERARAN A LAS ELECCIONES COLONIALES DEL 2012 Y VOTAR POR EL CANDIDATO COLONIALISTA A LA ALCALDIA PARA QUE EL LO REMUEVA? EN UN PAIS LIBRE, YA HUBIESEN HECHO JUSTICIA. LOS DE 1868 HUBIERAN DESAPARECIDO ESAS LETRAS. MIENTRAS NO LO HAGAN, LARES SERA LA CIUDAD DE LOS CIELOS ABIERTOS.

jueves, 23 de septiembre de 2010

A 5 AÑOS DEL ASESINATO DEL COMANDANTE MACHETERO FILIBERTO OJEDA RIOS


EL 23 DE SEPTIEMBRE DE 2005, PUERTO RICO ENTERO SINTIO PROFUNDAMENTE EL ASESINATO BESTIAL DEL COMANDANTE MACHETERO FILIBERTO OJEDA RIOS POR PARTE DE LAS FUERZAS DEL IMPERIO, SU POLICIA, EL FBI.NOSOTROS OPINAMOS QUE CON LA DESPARICION FISICA DEL COMANDANTE OJEDA RIOS, DESPARECIO EL EJERCITO POPULAR BORICUA, MACHETEROS.
MUCHOS IZQUIERDISTAS, DICEN SER MACHETEROS Y CANTAN EL ESTRIBILLO," TODO BORICUA, MACHETERO" PERO NO SE ATREVEN A SERLO. COMO LE DIJO UN AGENTE A UN EX COMPAÑERO DE LUCHA Y CITAMOS:" ESO DE TODO BORICUA MACHETEROS SON SOLO PALABRAS"
NUESTRO RESPETO AL COMANDANTE MACHETERO FILIBERTO OJEDA RIOS.

142 AÑOS DEL GRITO DE LARES


HOY, SE CUMPLEN 142 AÑOS DE LA PRIMERA GESTA PATRIOTICA DE LA NACION PUERTORRIQUEÑA. 400 PUERTORRIQUEÑOS SE LEVANTARON EN ARMAS EN CONTRA DEL COLONIAJE ESPAÑOL. ESTA REVOLUCION DE HACENDADOS, LIDERADA POR EL DR, RAMON EMETERIO BETANCES, QUERIA LA LIBERTAD DE PUERTO RICO Y LA ABOLICION DE LA ESCLAVITUD. AUNQUE FUE DERROTADA UN DIA DESPUES EN SAN SEBASTIAN DEL PEPINO POR LA GUARDIA CIVIL COMPUESTA DE PUERTORRIQUEÑOS. GRACIAS A ESA GESTA PATRIOTICA SE LOGRO EN EL 1873 LA ABOLICION DE LA ESCLAVITUD Y LA AUTONOMIA PARA PUERTO RICO EN EL 1897. AUTONOMIA QUE FUE DESTRUIDA POR LA INVASION ESTADOUNIDENSE DEL 1898.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

EL "ENCARGADO" DE LOS FALSOS CADETES DEL PARTIDO NACIONALISTA DE PUERTO RICO, EL COMUNISTA JOSE LOPEZ


EL SEUDO PARTIDO NACIONALISTA DE PUERTO RICO HA NOMBRADO UN "ENCARGADO" DE LOS FALSOS CADETES DE LA REPUBLICA DENTRO DE SU ORGANIZACION,AL COMUNISTA JOSE LOPEZ UNA PRUEBA MAS DE LA INFLUENCIA COMUNISTA EN UN SUPUESTO PARTIDO NACIONALISTA Y UNA PRUEBA MAS DE QUE DEJARON DE SER ALBIZUISTAS.MIREN EL SIMBOLO DE SU BOINA.
QUEREMOS DEJAR CLARO, QUE NOSOTROS RESPETAMOS A LOS MACHETEROS, A LOS VERDADEROS, Y CREEMOS QUE DESAPARECIERON, CUANDO ASESINARON AL COMANDANTE MACHETERO, FILIBERTO OJEDA RIOS, EL 23 DE SPTIEMBRE DE 2005 Y QUE EL COMANDANTE EN JEFE DE LOS CADETES DE LA REPUBLICA DE PUERTO RICO Y LIDER DEL NACIONALISMO ALBIZUISTA, ES EL COMANDANTE GENERAL JOSE NIEVES SEISE.
"El hombre que no investiga las dos partes de una cuestión, no es honrado."

lunes, 20 de septiembre de 2010

CRUZADA NACIONALSOCIALISTA CONTRA EL COMUNISMO BOLCHEVIQUE EN 1942


UN IGNORANTE QUE DICE SER NACIONALSOCIALISTA, NOS CRITICO POR HABLAR DE LAINTERNACIONALNACIONALSOCIALISTA DE LATINOAMERICA, LIDERADA POR EL COMANDANTE GENERAL JOSE NIEVES SEISE, EL LIDER. AQUI ESTA LA PRUEBA DE LA CRUZADA E INTERNACIONALISMO NACIONALSOCIALISTA.

EL COMANDANTE HUGO CHAVEZ Y EL COMANDANTE GENERAL JOSE NIEVES , ¡AMBOS SON NACIONALSOCIALISTAS!


LOS COMANDANTES CHAVEZ Y NIEVES, AMBOS SON NACIONALISTAS Y SOCIALISTAS NO MARXISTAS. CHAVEZ BOLIVARIANO Y NIEVES ALBIZUISTA. ¡AMBOS SON NACIONALSOCIALISTAS!

domingo, 19 de septiembre de 2010

Breve historia de la guerra Polaco-Soviética de 1920

De las cenizas de la Gran Guerra habían nacido Polonia y la Unión Sovietica, dos jovenes repúblicas derivadas del nuevo orden territorial surgido de la I GM. Ambas repúblicas mantenían una rivalidad histórica y territorial que no tardó en cristalizar en un enfrentamiento abierto entre las dos naciones. Polonia, gobernada por el ultra nacionalista y anticomunista Josef Pilsudski, estaba decidida a recuperar sus fronteras del S. XVIII (que abarcaban hasta el Rio Divna) arrebatadas por la Rusia Zarista. En el otro lado, la URRS de Lenin, estaba sacudida por la contrarrevolución zarista o "blanca", pero aun inmerso en la voragine del conflicto civil, el lider sovietico buscaba exportar la revolución comunista a toda Europa, y Polonia era el primer objetivo.

Por razones naturales, la República de Polonia fue hostil al Gobierno de los Soviets desde el momento de su creación. En 1919, aprovechando la guerra civil rusa, los polacos invadieron Bielorrusia, ocupando considerables zonas de esa región y expulsando a las fuerzas del recién creado Ejército Rojo hasta este de Minsk. En ese momento (Diciembre de 1919), el gobierno ruso propuso al polaco iniciar conversaciones de paz, negociaciones que fueron aceptadas por Polonia. Sin embargo, como era de esperar no pudo alcazanrse ningún acuerdo, pues ninguno de los gobiernos estaba dispuesto a ceder en sus pretensiones.

En abril de 1920, ante la situación de impasse diplomático y en vista de las derrotas sufridas por el ejército blanco del general Denikin a manos del Ejército Rojo, Pilsudski decidió pasar nuevamente a la ofensiva en Ucrania, interviniendo en apoyo del gobierno autónomo ucraniano de Petliura. Aunque la guerra había sido nuevamente desencadenada por el ataque de Polonia, Lenin vió en esta agresión una doble oportunidad: la de rechazar al ejército invasor, eliminando a un enemigo molesto, y de paso extender la revolución bolchevique a la misma Polonia, usando este pais como puerta de entrada para la bolchevización de toda Europa.

Para lograr este doble objetivo, Lenin decidió pasar al contraataque, otorgándole el mando de los ejércitos Occidentales a uno de sus generales más destacados, tanto por sus habilidades militares como por su fanatismo ideológico: Mijail Tujacheski. Muy pronto, la enérgica dirección de este general iba a hacerse sentir en la situación de la guerra.
Como vimos, el ejército polaco, con unos efectivos de unos 120.000 hombres, invadió Ucrania en apoyo del gobierno autónomo ucraniano frente al Ejército Rojo, que alineaba en el frente occidental más de 200.000 soldados. El 7 de Mayo de 1920 los polacos se apoderaron de Kiev, pero su ejército, menos numeroso que el ruso y débilmente equipado, se encontraba en una posición poco sólida, pues su flanco izquierdo no disponia de fuerzas suficientes para cubrir adecuadamente el vasto frente que se extendia al norte de las marismas Pripet.

Así lo comprendió Tujacheski, quien no dejó de apreciar la debilidad del ala izquierda polaca en la zona norte de las marismas Pripet. En vista de ello, lanzó un fuerte ataque que estuvo a punto de deshacer a las fuerzas polacas. Antes de que Pilsudski pudiera reforzar el sector amenazado, un nuevo ataque, esta vez en Ucrania a cargo de las divisiones de caballeria del general Budyenni penetró limpiamente en las lineas defensivas polacas al norte y sur de Kiev. La caballeria roja avanzó libremente por la retaguardia polaca, de modo que Pilsudski no tuvo más remedio que ordenar la retirada general en medio de una oleada de pánico que se extendía entre sus tropas, constantemente hostigadas por las fuerzas montadas rusas.

A finales de Junio, los polacos habían abandonado el territorio ocupado en suelo ruso. Tujacheski, tras reorganizar sus fuerzas se preparó para invadir Polonia, esperando que la presencia del ER en territorio polaco prenderia la mecha de la revolución bolchevique entre los obreros polacos. Las fuerzas rusas organizadas en 4 ejércitos, sumaban 200.000 combatientes y un número similar de auxiliares, frente a los 120.000 polacos. El 4 de julio los rusos se lanzaron al ataque, con el eje principal de avance situado en la zona de Brest Litovsk. Con una superioridad numérica aplastante, especialmente en caballeria, los rusos hicieron retroceder a los polacos a lo largo de todo el frente.

El dia 11 caia Vilna, la capital lituana, y el ejército lituano se pasaba a los rusos. La subsiguiente retirada general polaca facilitó el avance de la caballería rusa, que bajo el mando de Gay Khan al norte y de Budyenni en el sur se internó profundamente en Polonia, siendo su avance imparable durante el mes de julio. Entre el 22-23 de ese mes, los rusos sobrepasaron el Rio Bug, donde Pilsudski trató en vano de establecer una linea defensiva. Tras el cruce del Bug, el camino hacia el interior de Polonia quedaba abierto para las fuerzas sovieticas.

A principios de agosto, la caida de Varsovia y la derrota polaca parecían seguras, tanto es así que el gobierno sovietico hizo una oferta de paz bastante gravosa para Polonia. Pilsudski sabedor de que aceptar dicha oferta significaba la bolchevización de Polonia, se negó a aceptarla. El 2 de agosto Pilsudski llegó a Varsovia para tomar el mando directo de las operaciones, casi al mismo tiempo que Francia enviaba una misión militar de asesores, encabezada por el general Weygand. La situación militar, con la ciudad casi cercada por su extremo norte, era extremadamente delicada, pero en esos críticos momentos, Pilsudski iba a tener una intuición genial que salvó a Polonia del desastre.
El 14 de Agosto parecía que Tujachesvki estaba estrechando definitvamente el cerco en torno a Varsovia, pues en ese momento las avanzadas rusas se hallaban a poco más de 10 kilómetros de la ciudad. En realidad, los rusos habían caido en la trampa de Pilsudski, y este iba a descargar un golpe contra el flanco sur sovietico, únicamente guarnecido por el Grupo Mozyr, una heterogenea unidad que contaba con menos de 8.000 hombres y que guardaba el ala izquierda de los ejércitos rusos. Tujachevsky no había dejado de advertir esta debilidad de su ala izquierda, por lo que había ordenado repetidamente que las unidades de caballeria del general Budyenni, que marchaban más al sur, se le unieran para reforzar su flanco meridional.

Pero en este punto entró en juego la doblez y falta de escrupulos del comisario político del Frente Sudoriental, que no era otro que Stalin. Este, envidioso de los éxitos de Tujachesvki en el frente norte, no estaba dispuesto a dejar toda la gloria en manos ajenas, sino que por el contrario, instó a Budyenni a que desoyera las órdenes de Tujachesvki. El objetivo de Stalin era la importante ciudad de Lemberg, y no estaba dispuesto a desviarse del mismo para ayudar a Tujachevski. Esa injerencia de Stalin en la dirección militar de las operaciones resultó providencial para los polacos y catatrófica para los rusos, sellando la suerte de la batalla.

El 16 de Agosto, Pilsudski lanzó a sus 5 divisiones desde el Rio Wieprz contra las dispersas fuerzas del Grupo Mozyr. Prácticamente sin oposición, las fuerzas polacas avanzaron libremente hacia el norte, encontrando solo una débil e incoherente resistencia rusa. Pilsudski suspiró de alivio al comprobar que su plan estaba teniendo éxito. Las unidades polacas avanzaron más de 70 kilómetros en menos de 48 horas y apuntaron directamente hacia la retaguardia de las tropas rusas que sitiaban Varsovia. Pese a que los mandos rusos sobre el terreno no le dieron mucha importancia a la maniobra polaca, Tujachesvki, que dirigia las operaciones desde Minsk, a más de 400 kilómetros de distancia del frente, no dejó de advertir el peligro que entrañaba el contraataque ruso, y envió órdenes desesperadas para volver sus fuerzas cara al sur pero ya era demasiado tarde para reaccionar.

Sorprendido por la rapidez del avance de las fuerzas de Pilsudski, el 16º ejército ruso quedó atrapados entre las fuerzas de Pilsudski y las del 5º ejército polaco, resultando prácticamente aniquilado en Byalistok. La maniobra polaca causó tal consternación en el bando sovietico que sus unidades se desbandaron y empredieron la huida hacia el este. El 15º ejército ruso, la única unidad que mantuvo el orden de combate, fue rodeado y destruido por las tropas polacas el 19 de Agosto. Este segundo "Marne" o "Milagro del Vístula" había salvado a Polonia de la extinción como nación independiente. Pilsudski consiguió con su contraataque una de las mayores hazañas militares del S. XX.
Analizados los hechos militares, podemos analizar someramente las consecuencias políticas de este conflicto las cuales, como apuntaba al principio de hilo, fueron de una importancia tan grande y de tan largo alcance, que parece mentira que esta guerra haya sido casi soslayada por la Historiografía.

Para empezar, la derrota de Tujachevski a las puertas de Varsovia, salvó a Europa del bolchevismo. Si bien es cierto que no había un peligro inminente de revolución comunista en Europa Occidental, la propaganda de Lenin mostrando a la URSS como una Arcadia feliz del proletariado, había calado en importantes sectores de los trabajadores alemanes, y a una derrota polaca posiblemente habría favorecido el ascenso comunista en Alemania, y de allí, al resto de Europa.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Treinta años después de la Revolución Rusa




Escrito en en el exilio, en el año 1947, este texto es comunmente considerado como el "testamento político" de Victor Serge.

Los años 1938-1939 han marcado un nuevo rumbo decisivo. Se ha concluido la transformación de las instituciones y de las hábitos de los cuadros del Estado, llamado todavía soviético aunque no lo sea para nada, gracias a las "depuraciones" implacables, dando lugar a un sistema perfectamente totalitario, pues sus dirigentes son los dueños absolutos de la vida social, económica, política y espiritual del país; el individuo y las masas no poseen ningún derecho. La condición material de las ocho o nueve décimas partes de la población se mantiene en un nivel muy bajo. El conflicto abierto con los campesinos se prolonga bajo formas atenuadas. Se hace evidente que, poco a poco, una contrarrevolución ha triunfado. La URSS, al intervenir en la guerra civil española, ha intentando controlar al gobierno de la república y se ha opuesto, con los peores medios -corrupción, chantaje, represión, asesinato-, al movimiento obrero que se inspiraba en los ideales un día compartidos. Una vez consumada la derrota de la República española, no sin que Stalin tenga parte de responsabilidad, la URSS pactó pronto, al principio en secreto, con el Tercer Reich. En el punto más álgido de la crisis europea pueden verse a las dos potencias, la fascista y la antifascista, la bolchevique y la antibolchevique, abandonar sus máscaras y unirse en el reparto de Polonia. La URSS extiende, con el consentimiento de la Alemania nazi, su hegemonía sobre los países bálticos que se separaron de Rusia durante las luchas de 1917-1919. Este cambio de la política internacional rusa se explica por los intereses de una casta dirigente ávida e inquieta, reducida a una capitulación moral frente al Tercer Reich al que teme por su superioridad técnica. Las similitudes internas de las dos dictaduras lo han facilitado.

¡Qué espantoso camino hemos recorrido en estos treinta años! El acontecimiento más esperanzador, más grandioso de nuestro tiempo, parece volverse contra nosotros. ¿Qué nos queda del entusiasmo inolvidable de 1917? Muchos hombres de mi generación, que fueron comunistas desde el primer momento, no guardan otro sentimiento que el rencor hacia la revolución rusa. Quedan muy pocos testigos y participantes. El partido de Lenin y Trotsky ha sido fusilado. Los documentos han sido destruidos, escondidos o falsificados. Sobreviven sólo y en gran número los emigrados que estuvieron siempre en contra de la revolución. Escriben libros, son enseñantes, cuentan con el apoyo del conservadurismo, todavía poderoso y, por otra parte, incapaz, en esta época de convulsión mundial, de desarmarse o de demostrar objetividad.... Una pobre lógica, mostrándonos el negro espectáculo de la URSS estalinista, afirma la debacle del bolchevismo, la del marxismo, la del socialismo... Escamoteo fácil, en apariencia, de los problemas mundiales que aquejan al mundo y que no dejarán de lastrarle de inmediato. ¿Olvidan las otras debacles? ¿Qué ha hecho el cristianismo durante las catástrofes sociales? ¿Qué ha pasado con el liberalismo? ¿Qué ha producido el conservadurismo ilustrado o reaccionario? ¿No han engendrado a Mussolini, a Hitler, a Salazar o a Franco? Si se tratara de plantear con honestidad las debacles de las ideologías, tendríamos trabajo para largo. Y nada ha acabado aún...

Todo acontecimiento es a la vez definitivo y transitorio. Se prolonga en el tiempo bajo aspectos, a veces, imprevisibles. Antes de esbozar un juicio sobre la revolución rusa, recordemos los cambios de rumbo y de perspectivas de la revolución francesa. El entusiasmo de Kant ante la toma de la Bastilla... El Terror, Termidor, el Directorio, Napoleón. Entre 1789 y 1802, la república libertaria, igualitaria y fraternal fue absolutamente negada. Las conquistas napoleónicas, creadoras de un orden nuevo, sólo en el nombre, chocan por su similitud con las de Hitler. El emperador se convirtió en "el Ogro". El mundo civilizado se unió contra él, la Santa Alianza pretendía restablecer y estabilizar en toda Europa el antiguo régimen… Sin embargo, vemos que la revolución francesa, con la irrupción de la burguesía, del espíritu científico y de la industria, alimentó al siglo XIX. Pero treinta años después, en 1819, en el tiempo de Luis XVIII y del zar Alejandro I, ¿no parece como uno de los más costosos fracasos históricos? ¡Cuántas cabezas cortadas, cuántas guerras, para llegar a una mezquina restauración monárquica!

Es natural que la falsificación de la historia esté hoy al orden del día. Entre las ciencias inexactas, la historia es aquella que lesiona más intereses materiales y psicológicos. Sobre la revolución rusa pululan leyendas, errores, interpretaciones tendenciosas, aunque sea fácil informarse sobre los hechos… Pero, evidentemente, es más cómodo escribir y hablar sin informarse.

A menudo se afirma que "el golpe de manobolchevique de octubre-noviembre de 1917 derribó una democracia naciente..." Nada más falso. En Rusia, la República no había sido proclamada, no existía ninguna institución democrática fuera de los Sóviets o de los Consejos obreros, de campesinos y de soldados... El gobierno provisional, presidido por Kerenski, se había negado a llevar a cabo la reforma agraria, a abrir las negociaciones de paz reclamadas por la voluntad popular, a tomar medidas efectivas contra la reacción. Vivía una transición entre dos complots permanentes: el de los generales y el de las masas revolucionarias. Nada hacía pensar en el establecimiento pacífico de una democracia socializante, la única que hubiera sido hipotéticamente viable. A partir de septiembre de 1917 la alternativa se daba entre la dictadura de los generales reaccionarios o en la de los Sóviets. En ésto coinciden dos historiadores desde posiciones opuestas: Trotsky y el hombre de Estado liberal de derechas, Miliukov. La revolución soviética o bolchevique fue el resultado de la incapacidad de la revolución democrática, moderada, inestable e inoperante que la burguesía liberal y los partidos socialistas contemporizadores dirigieron después de la caída de la autocracia.

Se continúa afirmando que la insurrección del 7 de noviembre (25 de octubre al viejo estilo) de 1917 fue la obra de una minoría de conspiradores: el Partido bolchevique. Nada se opone más a los hechos verificables. 1917 fue un año de acción de masas asombroso por la multiplicidad, la variedad, la potencia, la perseverancia de las iniciativas populares que empujaron a levantarse a los bolcheviques. Las demandas agrarias se extendían por toda Rusia. En el ejército, la insubordinación aniquilaba la vieja disciplina. Cronstadt y la flota del Báltico habían rechazado categóricamente obedecer al gobierno provisional y sólo la intervención de Trotsky en el Sóviet de la base naval evitó un conflicto armado. El Sóviet de Tachkent, en Turkestán, había tomado el poder por su propia cuenta.... Kerenski amenazaba al Sóviet de Kaluga con la artillería... Un ejército de 40.000 hombres en el Volga se negaba a obedecer. En las afueras de Petrogrado y de Moscú se formaban guardias rojos obreros. La guarnición de Petrogrado se ponía a las órdenes del Sóviet. En los Sóviets, la mayoría de los socialistas moderados se pasaban pacíficamente a los bolcheviques, sorprendiéndoles a ellos mismos este cambio. Los socialistas moderados abandonaban a Kerenski, que no podía contar más que con los militares que llegaron a ser tremendamente impopulares. Estas son las razones por las cuales la insurrección venció en Petrogrado, casi sin derramamiento de sangre, con entusiasmo. Hay que volver a leer, sobre estos acontecimientos, las formidables páginas de John Reed y de Jacques Sadoul, testigos presenciales. El complot bolchevique fue literalmente conducido por una colosal ola ascendente.

Conviene recordar que el imperio se había hundido en febrero-marzo de 1917 bajo el empuje del pueblo desarmado de las afueras de Petrogrado. La confraternización espontánea de la guarnición con las manifestaciones obreras decidió la suerte de la autocracia. Más tarde, se buscaría a los desconocidos que tomaron la iniciativa de esta confraternización; se encontró a muchos, la mayoría de ellos ha quedado en el anonimato... Los dirigentes y militantes más cualificados de todos los partidos revolucionarios estaban en esos momentos en el extranjero o presos. Los pequeños grupos que existían en Petrogrado estaban tan sorprendidos y sobrepasados por los acontecimientos ¡que los bolcheviques se proponían publicar un llamamiento a la vuelta al trabajo en las fábricas! Cuatro meses más tarde, la experiencia del gobierno de coalición de los socialistas moderados y de la burguesía liberal suscitó una cólera tal que a principios de julio la guarnición y los barrios obreros organizaron, ellos mismos, una gran manifestación armada bajo la consigna de todo el poder a los Sóviets. Los bolcheviques desaprobaron esta iniciativa tomada por desconocidos, uniéndose de mala gana al movimiento para conducirle a una liquidación tan dolorosa como peligrosa. Estimaban, probablemente con razón, que el país no seguiría a la capital. Se convirtieron, naturalmente, en la cabeza de turco. La persecución y la calumnia ("agentes de Alemania") cayó inmediatamente sobre ellos. A partir de ese momento supieron que si no se ponían a la cabeza del movimiento de masas ganarían la impopularidad y los generales cumplirían su objetivo.

El general Kornilov se mete en la aventura en septiembre de 1917, con la complicidad manifiesta de una parte del gobierno Kerenski. Lenin y Zinoviev escondidos, Trotsky en prisión, los bolcheviques están acosados. Las tropas de Kornilov se disgregan al contacto con los ferroviarios y los agitadores obreros.

Los funcionarios de la autocracia vieron venir la revolución; no supieron impedirla. Los partidos revolucionarios la esperaban; no supieron, no pudieron provocarla. Una vez desencadenados los acontecimientos, no les quedaba más que participar con más o menos clarividencia y voluntad

Los bolcheviques asumieron el poder porque, en la selección natural que se produjo entre los partidos revolucionarios, ellos fueron los más aptos para expresar de una forma coherente, clarividente y voluntariosa, las aspiraciones de las masas movilizadas. Conservaron el poder, vencieron en la guerra civil porque las masas populares finalmente les apoyaron, a pesar de las vacilaciones y los conflictos, del Báltico al Pacífico. Este gran hecho histórico ha sido reconocido por la mayoría de los enemigos rusos del bolchevismo. Hélène Kousskova, propagandista liberal en la emigración, escribía recientemente que es "incontestable que el pueblo no apoyaba ni al movimiento de los Blancos (...) ni la lucha por la Asamblea Constituyente (...)". Los Blancos representaban la contrarrevolución monárquica, los Constituyentes, el antibolchevismo democrático. Por eso, hasta el final de la guerra civil, en 1920-1921, la revolución rusa aparece ante nosotros como un inmenso movimiento popular al que el Partido bolchevique dota de un cerebro y un sistema nervioso, así como de dirigentes y cuadros.

Se afirma que los bolcheviques quisieron inmediatamente el monopolio del poder. ¡Otra leyenda!. Al contrario, temían el aislamiento en el poder. Muchos de ellos fueron partidarios, al principio, de un gobierno de coalición socialista. Lenin y Trotsky rechazaron la coalición con los partidos socialistas moderados que habían conducido la revolución de marzo al fracaso y que se negaban a reconocer al régimen de los Sóviets. Pero el Partido bolchevique solicitó y obtuvo la colaboración del Partido socialista revolucionario de izquierdas, partido campesino dirigido por intelectuales idealistas hostiles al marxismo. A partir de noviembre de 1917 hasta el 6 de julio de 1918, los socialistas-revolucionarios de izquierda participaron en el gobierno. Rechazaron, junto a un tercio de conocidos bolcheviques, admitir la paz de Brest-Litovsky y, el 6 de julio de 1918, dieron una batalla insurreccional en Moscú en la que proclamaban su intención de "gobernar solos" y de "recomenzar la guerra contra el imperialismo alemán". Su mensaje radiado ese día fue la primera proclamación de un gobierno de partido único. Fueron vencidos y los bolcheviques tuvieron que gobernar solos. A partir de ese momento, su responsabilidad aumentó, su mentalidad cambió.

¿Constituían antes o después de la escisión del Partido obrero socialdemócrata ruso en mayoría (bolcheviques) y minoría (mencheviques), un partido profundamente diferente a otros partidos revolucionarios rusos? Se les imputa un carácter autoritario, intolerante, amoral en la elección de los medios; una organización centralizada y disciplinada que contenía el germen del estatismo burocrático; un carácter dictatorial e inhumano. Tanto autores eruditos como ignorantes coinciden en señalar la "amoralidad" de Lenin, su "jacobinismo proletario", su "revolucionarismo profesional". Una mención a la novela-panfleto de Dostoievski, Los Poseídos, y el ensayista cree haber esclarecido los problemas por él creados.

Todos los partidos revolucionarios rusos, ya desde 1870-1880, fueron autoritarios, fuertemente centralizados y disciplinados en la ilegalidad, para la ilegalidad; todos formaron "revolucionarios profesionales", es decir, hombres que vivían exclusivamente para la lucha; todos podrían, ocasionalmente, ser acusados de una cierta amoralidad práctica, aunque sea justo reconocerles un idealismo ardiente y desinteresado. Casi todos estaban imbuidos de una mentalidad jacobina, proletaria o no. Todos crearon héroes y fanáticos. Todos, con excepción de los mencheviques, aspiraban a una dictadura, y los mencheviques georgianos recurrieron a procedimientos dictatoriales. Todos los grandes partidos eran estatalistas, tanto por su estructura como por la finalidad que se asignaban. En realidad, había, más allá de las divergencias doctrinales importantes, una única mentalidad revolucionaria.

Recordemos el temperamento autoritario del anarquista Bakunin y sus métodos de organización clandestina en el seno de la primera Internacional. En su Confesión Bakunin preconiza una dictadura ilustrada, pero sin piedad, ejercida por el pueblo… El Partido socialista-revolucionario, imbuido de un ideal republicano, más radical que socialista, formó, para combatir la autocracia por el terrorismo, un "aparato" rigurosamente centralizado, disciplinado, autoritario, presa fácil de la provocación policial. La socialdemocracia rusa, de conjunto, ambicionaba la conquista del Estado. Nadie tuvo un lenguaje más jacobino en relación a la futura revolución rusa que su dirigente Plejánov. El gobierno Kerenski, donde los socialistas-revolucionarios y los mencheviques tenían bastante fuerza, utilizaba, sin cesar, un lenguaje dictatorial, totalmente veleidoso. Los mismos anarquistas, en las regiones ocupadas por el Ejército Negro de Nestor Makhno, ejercían una auténtica dictadura, acompañada de confiscaciones, requerimientos, arrestos y ejecuciones. Y Makhno fue "batko", padrecito, jefe...

Los socialdemócratas mencheviques de derecha, como Dan y Tseretelli, deseaban un poder fuerte. Tseretelli recomendó la represión del bolchevismo antes de que fuera tarde... Los mencheviques de izquierda, de la tendencia de Martov, parecen haber sido el único grupo político profundamente interesado en una concepción democrática de la revolución, lo que constituye, desde un punto de vista filosófico, una honrosa excepción.

Las características propias del bolchevismo que le confieren una innegable superioridad sobre los partidos rivales con los que compartía una amplia mentalidad común son: a) la convicción marxista; b) la doctrina de la hegemonía del proletariado en la revolución; c) el internacionalismo intransigente; d) la unidad de pensamiento y acción. Entre muchos hombres, la unidad de pensamiento y acción condujo a la fe en su propia voluntad.

El realismo marxista de 1917 nos parece hoy un poco esquemático. El mundo ha cambiado, las luchas sociales son mucho más complejas de lo que eran entonces. Durante la revolución rusa, este realismo, apoyado por importantes conocimientos económicos e históricos, estuvo a la altura de las circunstancias. Contenía eficaces antídotos contra la fraseología liberal, el doble juego, la dilación interesada, la abdicación honorable e hipócrita. Los socialistas moderados estimaban que Rusia llevaba a cabo una "revolución burguesa", destinada a abrir al capitalismo una era de desarrollo, dotándose del estatuto político de democracia burguesa... Los bolcheviques creían que sólo el proletariado podía hacer la revolución "burguesa", pero sin ir más allá; que el socialismo no podía triunfar en un país tan atrasado, pero que correspondería a una Rusia socializante dar el impulso al movimiento obrero europeo. Lenin no preveía, en 1917, la nacionalización completa de la producción, sino sólo el control obrero sobre ella; más tarde pensó en un régimen mixto, de capitalismo y estatalismo; sin embargo, en 1918, el estallido de la guerra civil impuso la nacionalización completa como medida inmediata de defensa... La intransigencia internacionalista de los bolcheviques descansaba en la fe en una próxima revolución europea, más madura y más fecunda que la revolución rusa... Esta visión de futuro no les era exclusiva. Era compartida, también, por la ideología socialista europea, aunque, de hecho, los grandes partidos no creían en la revolución. El continuador alemán de Marx, Karl Kautsky, había teorizado hasta 1908 la próxima revolución socialista; Rosa Luxemburgo, Franz Mehring, Karl Liebknecht profesaban la misma convicción. La diferencia esencial entre los bolcheviques y los otros socialistas parece haber sido de naturaleza psicológica, debido a la formación particular de la intelligentsia revolucionaria y del proletariado ruso. No había lugar en el Imperio de los zares ni para el oportunismo parlamentario, ni para los compromisos cotidianos; una realidad social tan simple como brutal engendró una fe completa y activa. En este sentido, los bolcheviques fueron más rusos y estuvieron más al unísono con las masas rusas que los socialistas-revolucionarios y los mencheviques, cuyos cuadros estaban empapados de una mentalidad occidental, evolucionista, democrática, según las tradiciones de los países capitalistas avanzados.

Abramos el difícil capítulo de los errores y las responsabilidades. No sin lamentar que en un estudio tan breve no nos sea posible considerar los errores, las responsabilidades y los crímenes de las potencias y de los partidos que combatieron la revolución soviética-bolchevique. A falta de este contexto decisivo, estamos obligados a contentarnos con una visión unilateral.

Yo escribía, en 1929, en mi libro Retrato de Stalin, publicado en París (Grasset): "(...) el error más incomprensible -porque fue deliberado- que estos socialistas (los bolcheviques), dotados de grandes conocimientos históricos, cometieron, fue el de crear la Comisión extraordinaria de Represión de la Contra-Revolución, de la Especulación, del Espionaje, de la Deserción, llamada abreviadamente Checa, que juzgaba a los acusados y a los simples sospechosos sin ni siquiera escucharlos o verlos, sin permitirles, en consecuencia, ninguna posibilidad de defensa (...), deteniendo en secreto y ejecutando. ¿Qué era sino una Inquisición? Sin duda, un estado de sitio o una dura guerra civil necesitan medidas extraordinarias; pero, ¿les está permitido a los socialistas olvidar que la publicidad de los procesos es la única garantía contra la arbitrariedad y la corrupción para no retroceder más allá de los procedimientos expeditivos de Fouquier-Tinville? El error y la responsabilidad son patentes, las consecuencias han sido espantosas ya que la GPU, es decir, la Checa, ampliada bajo nuevo nombre, acabó por exterminar toda la generación revolucionaria bolchevique (...)" No queda más que remarcar, en favor del Comité central de Lenin, algunas circunstancias atenuantes, importantes a los ojos de la sociología. La joven república vivía expuesta a mortales peligros. Su indulgencia hacia generales como Krasnov y Kornilov les costó sangre a raudales. El antiguo régimen había utilizado ampliamente el terror. La iniciativa del terror fue tomada por los Blancos, ya en noviembre de 1917, para masacrar a los obreros del arsenal del Kremlin; vuelta a tomar por los reaccionarios finlandeses en los primeros meses de 1918, a mayor escala, antes de que el "terror rojo" fuera proclamado en Rusia. Las guerras sociales del siglo XIX, después de las jornadas de junio de 1848 y de la Comuna de París en 1871, estuvieron caracterizadas por el exterminio en masa de los proletarios vencidos. Los revolucionarios rusos sabían lo que les esperaba en caso de derrota. Sin embargo, la Checa fue benigna en sus comienzos, justo hasta el verano de 1918. Y cuando el "terror rojo" fue proclamado, después de los alzamientos contrarrevolucionarios, después del asesinato de los bolcheviques Volodarski y Ouritski, después de los dos atentados contra Lenin, la Checa empezó a fusilar a los rehenes, a los sospechosos y a los enemigos, sólo para canalizar, para controlar el furor popular. Dzerjinski temía mucho los excesos de las Checas locales; la estadística de los chequistas fusilados es, en este sentido, edificante.

Releyendo últimamente un pequeño libro, deplorablemente traducido al francés, los Recuerdos de un comisario del pueblo, del socialista-revolucionario de izquierdas Steinberg, he vuelto a encontrarme con esos dos significativos episodios. Habiendo sido disparados dos tiros contra Lenin a finales de 1917, una delegación obrera vino a decirle que si la contrarrevolución hacía derramar una sola gota de su sangre, el proletariado de Petrogrado le vengaría con creces... Steinberg, que colaboraba entonces con Lenin, hace notar el embarazo de éste. El episodio no fue difundido, justamente para evitar consecuencias trágicas. Por otro lado, los dos socialistas-revolucionarios que dispararon fueron arrestados, perdonados y, más tarde, pertenecieron al Partido bolchevique... Dos ex-ministros liberales, Chingariov y Kokochkine, al encontrarse enfermos en la cárcel, fueron trasladados al hospital. Fueron asesinados en sus lechos; cuando informaron a Lenin, éste, absolutamente trastornado, ordenó al gobierno abrir una investigación y descubrieron que los autores de los crímenes eran marineros revolucionarios, apoyados y protegidos por el conjunto de sus camaradas. Rechazando la "mansedumbre" de los que estaban en el poder, los marineros la habían suplido mediante una iniciativa terrorista. De hecho, la tripulación de la flota rehusó entregar a los culpables. Los comisarios del pueblo decidieron "dejar pasar" el asunto. ¿Podían, en el momento en el que el sacrificio de los marineros era cada día más necesario para el bien de la revolución, abrir un conflicto con el terrorismo espontáneo? En 1920, la pena de muerte fue abolida en Rusia. Se creía próximo el final de la guerra civil. Yo creía que todo el Partido deseaba una normalización del régimen, el fin del estado de sitio, una vuelta a la democracia soviética, la limitación de los poderes de la Checa o, mejor, su supresión. Todo esto era posible, lo que equivale a decir que la salud de la revolución era posible. El país, agotado, quería comenzar la reconstrucción. Sus reservas de entusiasmo y de fe continuaban siendo grandes.

El verano de 1920 marca un fecha fatal. Hay que tener muy mala fe, por parte de los historiadores, para no señalarlo. Rusia entera vivía con la esperanza de la pacificación en el momento en que Pilsudski lanzó los ejércitos polacos contra Ucrania. Esta agresión, claramente inspirada por ánimos de conquista, coincidió con el reconocimiento acordado por Francia e Inglaterra al general barón Wrangel que ocupaba por entonces Crimea. La resistencia de la revolución fue instantánea. Polonia vencida, el Comité central pensó en provocar una revolución soviética. El fracaso del Ejército Rojo ante Varsovia hizo cambiar los propósitos de Lenin, pero lo peor fue que, a resultas de esta penosa guerra, en un país desangrado y empobrecido, ya no entró en consideración abolir la pena de muerte ni comenzar la reconstrucción sobre las bases de una democracia soviética... La miseria y el peligro esclerotizaron al Estado-Partido inmerso en ese régimen económico, intolerable para la población y inviable en sí, que se ha dado en llamar el "comunismo de guerra".

A principios de 1921 la sublevación de los marineros de Cronstadt fue, precisamente, una respuesta contra ese régimen económico y contra la dictadura del Partido. Sean cuales sean sus intenciones, un partido que gobierna a un país hambriento no podrá mantener su popularidad. La espontaneidad de las masas se había apagado; los sacrificios y las privaciones habían agotado a la minoría activa de la revolución. Los inviernos helados, las raciones insuficientes, las epidemias, los requerimientos en el campo extendían el rencor, la desesperanza, la ideología confusa de la contrarrevolución por el pan blanco. Si el Partido bolchevique hubiera aflojado las riendas del poder, ¿quién lo habría sucedido? ¿No era su deber mantenerlo? Hizo bien en hacerlo.

Se equivocó, sin embargo, al enloquecer ante la sublevación de Cronstad, ya que le era posible hacerlo de otra forma, como sabemos los que estábamos allí, en Petrogrado. Los errores y las responsabilidades del poder se funden en lo que respecta a Cronstadt en 1921. Los marineros se sublevaron porque Kalinin rehusó escucharles. Donde era necesaria la persuasión y la comprensión, el presidente del Comité ejecutivo de los Sóviets empleó la amenaza y el insulto. La delegación de Cronstadt al Sóviet de Petrogrado, en lugar de ser recibida fraternalmente, fue arrestada por la Checa. La verdad sobre el conflicto fue hurtada al país y al Partido por la prensa, que, por vez primera mintió, publicando que un general blanco, Kozlovski, ejercía la autoridad en Cronstadt. La mediación propuesta por los influyentes y bienintencionados anarquistas americanos, Emma Goldman y Alexandre Berkman, fue rechazada. Sonaron los cañones en una batalla fraticida y la Checa, después, fusiló a los prisioneros. Si, como indica Trotsky, los marineros habían cambiado después de 1918 y expresaban las aspiraciones del campesinado atrasado, hay que reconocer que el poder también había cambiado.

Lenin, al proclamar el fin del "comunismo de guerra" y la "nueva política económica", satisfizo las reivindicaciones económicas de Cronstadt después de la batalla y de la masacre. Reconocía así que el Partido y él mismo se habían aferrado a un régimen insostenible que ya Trotsky había alertado sobre sus peligros y propuesto un cambio un año atrás. La nueva política económica abolía las requisiciones en el campo, reemplazándolas por un impuesto en especie, restablecía la libertad de comercio y de la pequeña empresa, desterraba, en una palabra, la armazón mortal de la estatalización completa de la producción y del intercambio. Hubiera sido natural aflojar, al mismo tiempo, la armadura del gobierno por una política de tolerancia y reconciliación hacia los elementos socialistas y libertarios dispuesto a situarse sobre el terreno de la constitución soviética. Rafael Abramovitch reprocha a los bolcheviques, con razón, no haber entrado en 1921 en esta vía. Por el contrario, el Comité central puso fuera de la ley a los mencheviques y anarquistas. Un gobierno de coalición socialista, si se hubiera formado en esa época, habría implicado algunos peligros internos, menores, sin embargo -a las pruebas me remito- que los del monopolio del poder... En efecto, el descontento del Partido y de la clase obrera obligó al Comité central a establecer, en lo sucesivo, el estado de sitio; un estado de sitio clemente, es cierto, en el interior del Partido. La oposición obrera fue condenada, y una depuración acarreó exclusiones.

¿Qué profundas razones motivaron la decisión del Comité central para mantener y fortalecer el monopolio del poder? En primer lugar, en estas crisis los bolcheviques no tenían confianza más que en ellos mismos. Acarreando solos las pesadas responsabilidades, singularmente agravadas por el drama de Cronstadt, temían abrir la competición política a los socialdemócratas mencheviques y al partido "campesino" de los socialistas-revolucionarios de izquierda. Finalmente, y sobre todo, creían en la revolución mundial, es decir, en la inminente revolución europea, sobre todo en Europa central. Un gobierno de coalición socialista y democrático hubiera debilitado a la Internacional comunista llamada a dirigir las próximas revoluciones. Quizá estamos tratando el error más grande y grave del Partido de Lenin-Trotsky. Como ocurre siempre en el pensamiento creativo, el error se mezcla con la verdad, con el sentimiento voluntarioso, con la intuición subjetiva. No se emprende nada sin creer en la empresa, sin medir los datos tangibles, sin perseguir el éxito, sin entrar en lo problemático y lo incierto. Toda acción se proyecta en el presente real hacia el futuro desconocido. La acción justificada por la inteligencia es aquella que se proyecta a sabiendas. La doctrina de la revolución europea ¿estaba, bajo éste ángulo, justificada?

No creo que seamos capaces de responder a esta cuestión de forma satisfactoria, solamente me propongo delimitarla. No queda ninguna duda de que el capitalismo estable, creciente, relativamente pacífico, del siglo XIX, acabó en la primera guerra mundial. Tenían razón los marxistas revolucionarios que preconizaban que se abría una era de revoluciones que abarcaría al planeta entero y que si el socialismo no lograba imponerse en los principales países de Europa la barbarie y otro ciclo de "guerras y revoluciones", según lo definía Lenin citando a su vez a Engels, se impondrían. Los conservadores, los evolucionistas y los reformistas que creyeron en el futuro de la Europa burguesa, sabiamente recortada por el Tratado de Versalles, apañada en Locarno, empapada de frases huecas por la Sociedad de Naciones, aparecen hoy como políticos sin visión. ¿Qué estamos viviendo sino una transformación mundial de las relaciones sociales, de los regímenes de producción, de las relaciones intercontinentales, de los equilibrios de fuerzas, de las ideas y las costumbres, es decir, una revolución mundial tan viva en Indonesia como incierta y titubeante en Europa? América, con sus formidables progresos técnicos, sus abrumadoras responsabilidades a escala mundial, sus impulsos sociales contradictorios, mantiene un lugar privilegiado, como corresponde al país industrial más rico y mejor organizado; pero nada de lo que pase en Grecia, en Japón, en las más remotas zonas árticas de la URSS; nada de lo que se haga o trame en Trieste o Madrid puede serle ajeno...

Los marxistas revolucionarios de la escuela bolchevique deseaban, querían, la transformación social de Europa y del mundo mediante la toma de conciencia de las masas trabajadoras, mediante la organización racional y justa de una sociedad nueva; se proponían trabajar para que el hombre dominara, por fin, su propio destino. Y es aquí donde se equivocaron, pues fueron vencidos. La transformación del mundo se desarrolla en medio de la confusión de las instituciones, de los movimientos y de las creencias, sin la aparición de una clara consciencia o de un humanismo renovado e, incluso, poniendo en peligro todos los valores, todas las esperanzas de los hombres. La tendencia general sigue siendo, sin embargo, la que el socialismo de acción ya indicaba desde 1917-1920: hacia la colectivización y la planificación de la economía, hacia la internacionalización del mundo, hacia la emancipación de los pueblos y las colonias, hacia la formación de democracias de masas de un nuevo tipo. La alternativa continúa siendo la que el socialismo preveía: la barbarie y la guerra, la guerra y la barbarie, el monstruo con dos cabezas.

Los bolcheviques creían, con razón, que la salud de la revolución rusa dependía de la posible victoria de una revolución en Alemania. La Rusia agrícola y la Alemania industrial hubieran sufrido, bajo el socialismo, un desarrollo extraordinario y pacífico. Con esta hipótesis cumplida, la república de los Sóviets no hubiera padecido la asfixia burocrática interna... Alemania hubiera escapado de las tinieblas del nazismo y de la catástrofe. El mundo hubiera podido conocer otras luchas, pero nada nos autoriza a pensar que esas luchas hubieran producido maquinarias infernales como el hitlerismo y el estalinismo. Por el contrario, todo nos induce a pensar que una revolución triunfante en Alemania después de la primera guerra mundial hubiera sido infinitamente fecunda para el desarrollo social de la humanidad. Tales especulaciones sobre las posibles variantes de la historia son legítimas e incluso necesarias, si se quiere comprender el pasado y orientarse en el presente; para condenarlas, habría que considerar la historia como un encadenamiento de fatalidades mecánicas y no como el desarrollo de la vida humana en el tiempo.

Luchando por la revolución, los espartakistas alemanes, los bolcheviques rusos y sus camaradas de todos los países, luchaban para impedir el cataclismo mundial que acabamos de sobrevivir. Ellos lo sabían. Maduraron con una generosa voluntad de liberación. Quien quiera que haya estado con ellos no los olvidará nunca. Pocos hombres fueron tan devotos de la causa de los hombres. Ahora está de moda imputar a los revolucionarios de los años 1917-1927 una intención de hegemonía y de conquista mundial, pero conocemos muy bien los rencores y los intereses que trabajan por desnaturalizar la verdad histórica. En lo inmediato, el error del bolchevismo fue, no obstante, patente. La inestabilidad reinaba en Europa, la revolución socialista parecía teóricamente posible, racionalmente necesaria, pero no se hizo. La inmensa mayoría de la clase obrera de los países occidentales rechazó impulsar o sostener el combate; creyó en la vuelta del progreso social de antes de la guerra; se encontraba lo suficientemente bien como para temer los riesgos; se dejó alimentar por las ilusiones. La socialdemocracia alemana, conducida por dirigentes mediocres y moderados, temía los esfuerzos generales de una revolución fácilmente iniciada en noviembre de 1918 y siguieron las vías democráticas de la república de Weimar...

Cuando se reprocha al bolchevismo haber llevado a cabo una revolución por la violencia y la dictadura del proletariado, no sería justo dejar de considerar la experiencia contraria, la del socialismo moderado, reformista, que intentó agotar las posibilidades de la democracia burguesa hasta la llegada de Hitler. Los bolcheviques se equivocaron al valorar la capacidad política y la energía de las clases obreras de Occidente y, en principio, de la clase obrera alemana. Este error, deudor de su idealismo militante, arrastró graves consecuencias. Perdieron el contacto con las masas de Occidente. La Internacional comunista pasó a ser un anexo del Estado-partido soviético. La doctrina del "socialismo en un solo país" nació de la decepción. En su momento, las tácticas estúpidas e incluso perversas de la Internacional estalinista facilitaron el triunfo del nazismo en Alemania...

Un primer balance de la revolución rusa hay que hacerlo sobre el año 1927. Han pasado ya diez años. La dictadura del proletariado se ha convertidor, después de 1920-1921, -datos aproximados y discutibles- en la dictadura del Partido comunista, sometido éste, a su vez, a la dictadura de la "vieja guardia bolchevique". Esta "vieja guardia" constituye, en general, una élite notable, inteligente, desinteresada, activa, tenaz. Los resultados obtenidos son grandiosos. En el extranjero, la URSS es respetada, reconocida, y, a menudo, admirada. En el interior, la reconstrucción económica ha llegado a su fin, sobre las ruinas dejadas por las guerras, con los únicos recursos del país y de la energía popular. Un nuevo sistema de producción colectivista ha sustituido al capitalismo y funciona bastante bien. Las masas trabajadoras de las Rusias han demostrado su capacidad de victoria, de organización y de producción. Se han instalado nuevas costumbres así como un nuevo sentimiento de dignidad en el trabajador. El sentimiento de la propiedad privada, que los filósofos de la burguesía consideraban como innato, está en vías de extinción natural. La agricultura se ha reconstruido a un nivel que alcanza e incluso sobrepasa al de 1913. El salario real de los trabajadores está sensiblemente por encima del de 1913, es decir, del de antes de la guerra. Ha surgido una nueva literatura llena de vigor. El balance de la revolución proletaria es netamente positivo. Pero ya no se trata sólo de reconstruir, sino de construir: de ampliar la producción, de crear nuevas industrias (automóvil, aviación, química, aluminio...); se trata de remediar la desproporción entre una agricultura restablecida y una industria débil.

La URSS está aislada y amenazada. Se trata de asegurar su defensa. Los marxistas no tienen mucha ilusión en el pacto Briand-Kellog que pone a la guerra "fuera de la ley"... El régimen está en una encrucijada, el Partido desgarrado por la lucha por el poder, y por el programa del poder, disponiendo a los viejos bolcheviques los unos contra los otros. Los continuadores más lúcidos de los tiempos heroicos se han agrupado en torno a Trotsky. Pueden cometer errores tácticos, formular tesis insuficientes, vacilar, pero su mérito y su coraje no serán puestos en duda. Preconizan la industrialización planificada, la lucha contra las fuerzas reaccionarias y, sobre todo, contra la burocracia, por el internacionalismo militante, la democratización del régimen, empezando por el Partido. Han sido vencidos por la jerarquía de los secretarios, que se confunde con la jerarquía de los comisarios de la GPU, bajo la égida del secretario general, el obscuro georgiano de hace poco, Stalin. Los miles de fundadores de la URSS que habían dado ejemplo de su devoción al pensamiento socialista, se encuentran ahora en prisión o deportados. Lo que les imputan es contradictorio, pero poco importa. El hecho esencial es que en 1927-1928, gracias a un golpe de mano dado en el Partido, el Estado-Partido revolucionario ha pasado a ser un Estado-policial-burocrático, reaccionario, sobre el terreno creado por la revolución. El cambio de ideología se acentúa brutalmente. El marxismo de fórmulas planas elaborado por los verdugos sustituye al marxismo crítico de los hombres con ideas. Se establece el culto al Jefe. El "socialismo en un solo país" ha pasado a ser el cliché válido para todos los advenedizos que tienen, como único interés, conservar sus privilegios. Los opositores observan, con angustia, cómo se perfila un nuevo régimen, un régimen autoritario. Cuando los viejos bolcheviques que acabaron con la oposición trotskista, los Bujarin, Rykov, Tomski, Rioutine, se den cuenta, espantados, pasarán ellos mismos a la resistencia. Demasiado tarde. La lucha de la generación revolucionaria contra el totalitarismo duró diez años, de 1927 a 1937.

Las peripecias confusas y a veces desconcertantes de esta lucha no nos deben oscurecer su significado. Las personalidades han podido enfrentarse las unas a las otras, combatirse, reconciliarse, incluso traicionarse; han podido perderse, humillarse ante la tiranía, intentar ser astutos ante los verdugos, dejarse utilizar, alzarse desesperadamente. El Estado totalitario utilizó a unos contra otros eficazmente, ya que había aprisionado sus almas. El patriotismo del Partido y de la revolución, cimentado por el sacrificio, los servicios, los resultados obtenidos, el apego a prodigiosas visiones de futuro, el sentimiento del peligro común, borró el sentido de la realidad en las mentes más claras. La resistencia de la generación revolucionaria, a la cabeza de la cual se encontraban la mayor parte de los viejos socialistas bolcheviques, fue tan tenaz que en 1936-1938, durante los procesos de Moscú, debió ser exterminada para que el nuevo régimen se estabilizara. Fue el golpe de mano más sangrante de la historia. Los bolcheviques perecieron por decenas de miles, los combatientes de la guerra civil por centenares de miles, los ciudadanos soviéticos, portadores de un idealismo condenado, por millones. Algunas decenas de compañeros de Lenin y Trotsky consintieron en deshonrarse, en un supremo acto de abnegación hacia el Partido, antes de ser fusilados. Miles más fueron fusilados en los sótanos. Los campos de concentración más grandes del mundo se encargaron de la aniquilación física de masas de condenados. La sangrienta ruptura fue llevada a cabo entre el bolchevismo, forma rusa ardiente y creadora del socialismo, y el estalinismo, forma igualmente rusa, es decir, condicionada por todo el pasado y el presente de Rusia, del totalitarismo. A fin de que este último término tenga su sentido preciso, definámosle: el totalitarismo, tal y como se estableció en la URSS, en el Tercer Reich, y esbozado en la Italia fascista y en otras partes, es un régimen caracterizado por la explotación despótica del trabajo, la colectivización y la producción, el monopolio burocrático y policial (mejor valdría decir terrorista) del poder, el pensamiento sojuzgado, el mito del jefe-símbolo. Un régimen de esta naturaleza tiende, por fuerza, a la expansión, es decir, a la guerra de conquista, ya que es incompatible con la existencia de vecinos diferentes y más humanos; ya que sufre, inevitablemente, de sus propias psicosis de inquietud; ya que vive sobre la represión permanente de las fuerzas explosivas de su interior.

Un autor americano, James Burnham, sostiene que Stalin es el verdadero continuador de Lenin. La paradoja, llevada a la hipérbole, no carece de un cierto atractivo estimulante en los medios de pensamiento perezoso e ignorante... Es evidente que un parricida es el continuador biológico de su padre. Y es, asimismo, evidente, que no se continúa un movimiento masacrándole, una ideología renegando de ella, una revolución de trabajadores mediante la más cruda explotación de esos mismos trabajadores, la obra de Trotsky asesinando a Trotsky y quemando sus libros... O las palabras continuación, ruptura, negación, renegar, destrucción, no tendrían sentido inteligible, lo que podría interesar, por otra parte, a los intelectuales brillantemente oscurantistas. Yo no sueño con meter a James Burnham en esta categoría. La paradoja que ha desarrollado, sin duda por amor a la teoría irritante, es tan falsa como peligrosa. Bajo miles de formas planas se encuentra hoy en la prensa y en los libros, justo antes de la preparación de la tercera guerra mundial. Los reaccionarios tienen un interés evidente en confundir el totalitarismo estalinista, exterminador de los bolcheviques, con el bolchevismo, a fin de perjudicar a la clase obrera, al socialismo, al marxismo e, incluso, al liberalismo...

El caso personal de Stalin, ex viejo bolchevique, así como el de Mussolini, ex viejo socialista de Avanti, es totalmente secundario a efectos sociológicos. Que el autoritarismo, la intolerancia y ciertos errores del bolchevismo hayan labrado un terreno favorable al totalitarismo estalinista, no se puede negar. Una sociedad contiene, como un organismo, gérmenes de muerte. Pero hace falta que las circunstancias históricas les faciliten su eclosión. Ni la intolerancia ni el autoritarismo de los bolcheviques (y de la mayor parte de sus adversarios) permiten poner en cuestión su mentalidad socialista o las conquistas de los diez primeros años de la revolución. Y estas conquistas son tan reales que dos sabios americanos, estudiosos del desarrollo cíclico de los organismos y de las sociedades, constatan que "en 1917-1918, Rusia entró en un nuevo ciclo de crecimiento, de suerte que hoy podemos situarla como la más joven de las grandes naciones del mundo (...) (1)".

En el momento del estallido de la revolución rusa, los efectivos organizados de todos los partidos revolucionarios eran inferiores al 1% de la población del Imperio. Los bolcheviques constituían una fracción de ese menos del uno por ciento. La ínfima levadura creció pero rápidamente se agotó. La revolución de octubre-noviembre de 1917 fue dirigida por un partido de hombres jóvenes. El mayor de entre ellos, Lenin, tenía 47 años, Trotsky 38; Bujarin, 29; Kamenev y Zinoviev, 34. Diez a veinte años más tarde, la resistencia al totalitarismo fue llevada a cabo por una generación envejecida. Y esta generación no sucumbió solamente bajo el peso de una joven burocracia policial ávidamente agarrada a los privilegios del poder, sino además por la pasividad política de las masas agotadas, subalimentadas, paralizadas por el sistema terrorista y la intoxicación de la propaganda. Por otra parte, se encontraron sin el más mínimo apoyo eficaz en el exterior. Durante su resistencia en la URSS la escalada de las fuerzas reaccionarias en el mundo fue casi ininterrumpida. Las potencias democráticas trataban con miramientos o alentaban a Mussolini y Hitler. El impulso de los frentes populares, ese combate de retaguardia de las masas trabajadoras de Occidente, quebrado en España por la coalición del nazismo, del fascismo y de Franco, en el momento preciso en que los verdugos de Stalin procedían, en Rusia, a la liquidación del bolchevismo...

VII. ¿Podemos defender algo de la revolución rusa después de esos diez primeros años exaltantes y de los veinte negros años que les siguieron? Sí, y no poco: una inmensa experiencia histórica, recuerdos llenos de orgullo, ejemplos inapreciables... La doctrina y las tácticas del bolchevismo necesitan, sin embargo, un estudio crítico. Se han producido tantos cambios en este mundo caótico que ninguna concepción marxista -o socialista- válida en 1920 tendría aplicación práctica sin una revisión esencial. No creo que en un sistema de producción en donde el laboratorio ha adquirido, en relación al taller, una creciente preponderancia, la hegemonía del proletariado pueda imponerse si no es bajo formas morales y políticas que impliquen, en realidad, la renuncia a la hegemonía. No creo que la "dictadura del proletariado" pueda revivir en las luchas del futuro. Habrá, sin duda, dictaduras más o menos revolucionarias; la tarea del movimiento obrero será siempre, estoy convencido, mantener un carácter democrático, no sólo en beneficio del proletariado, sino también para el conjunto de los trabajadores y de las naciones. En este sentido, la revolución proletaria no es, según creo, nuestro fin; la revolución que nos proponemos debe ser socialista, en el sentido humanista de la palabra; más exactamente, socializante, democrática, libertariamente realizada... Fuera de Rusia, la teoría bolchevique del Partido ha fracasado. La variedad de los intereses y de las formaciones psicológicas no ha permitido constituir la cohorte homogénea de militantes dedicados a una obra común tan noblemente loada por el pobre Bujarin... La centralización, la disciplina, la ideología dirigida nos deben inspirar una justa desconfianza, por más que necesitemos organizaciones serias...

¿Y que le queda al pueblo ruso? Por ironía de la historia, sólo perder sus cadenas. Espero que pronto se traduzca al francés el libro objetivamente implacable de David J. Dallin y Boris l. Nicolaevski sobre El trabajo forzado en la Rusia soviética. En él se nos habla que en 1928, en la época del Termidor soviético, en los campos de concentración de la GPU se hallaban unos treinta mil condenados. Nos es imposible saber, sin embargo, cuántos millones de esclavos encerrados hay hoy en los campos de Stalin. Las cifras más modestas los sitúan entre diez o doce millones que, según estos autores, constituyen el 16% de la población adulta masculina, siendo sensiblemente inferior el de las mujeres. Reciente he subrayado en Masses la importancia decisiva de estos datos. Admitiendo la cifra del 15% de privilegiados del régimen, que gozan en la URSS de una condición comparable a la de europeos civilizados, cifra probablemente optimista en este momento y que habría que dividir por dos para obtener el porcentaje de trabajadores adultos privilegiados, yo escribía: "Desde entonces: 7% de trabajadores adultos privilegiados, 15% de parias, 78% de explotados en condiciones pobres o miserables (...)" ¿Cómo quieren calificar a esta estructura social? ¿Es defendible?

En el exterior, la influencia de este "universo concentracionario" ha sido capaz de impedir la andadura del socialismo y la reorganización de Europa. La tragedia no es específicamente rusa, es universal. La tercera guerra mundial parece ser la salida lógica. No nos resignamos, sin embargo, a las soluciones catastrofistas siempre y cuando haya otras posibilidades. La agresividad del régimen estalinista en el exterior está condicionada por la gravedad de su situación interna. La rebelión latente de las masas rusas y no rusas contra este régimen ha sido demostrada por el derrotismo de las poblaciones que, al principio de la invasión, acogieron a los invasores como a liberadores; probada por los disturbios del día siguiente de la victoria; por el movimiento mucho más complejo de lo que se creía del ejército Vlassov que se batía alternativamente por los nazis y contra ellos; por los dos o trescientos mil refugiados rusos en Alemania; por la población de los campos de concentración. Opino que los regímenes totalitarios constituyen colosales fábricas de rebeliones. Aquel más que otro en razón de su tradición revolucionaria.

La documentación sobre el estado de espíritu de las masas rusas crece día a día. Cualquiera que conozca Rusia sabe que, bajo el caparazón de bronce del régimen, existe una profunda vitalidad. Las nueve décimas partes de los hombres que trabajan, construyen, inventan o administran, podrían, si rompieran sus cadenas, convertirse rápidamente en ciudadanos de una democracia del trabajo... ¿Podrán librarse a tiempo de sus cadenas para que una Rusia socialista pueda prevenir el desencadenamiento de la guerra?.

Lo que ha hecho el estalinismo por inculcar a sus oprimidos el horror y la repugnancia por el socialismo es inimaginable, siendo previsible que se produzcan reacciones tanto en Rusia como, y sobre todo, entre los pueblos no rusos, como los musulmanes de Asia central, recorridos por aspiraciones pan-islámicas. Estimo, no obstante, fundándome sobre muchas observaciones hechas en la URSS en años particularmente crueles para las masas, que la gran mayoría del pueblo ruso se da perfectamente cuenta de la impostura del socialismo oficial. No es posible la vuelta al antiguo régimen o, incluso, a un capitalismo desarrollado, en razón del alto grado de desarrollo conseguido por la producción estatalizada, en el momento en el que Europa entera camina hacia las nacionalizaciones y la planificación. La democracia rusa tendría que sanear, limpiar de mugre, reorganizar, en interés de los productores, la producción socializada. El interés técnico de la producción, el sentido de la justicia social, la libertad recobrada, se conjugarían, por la fuerza de las cosas, en volver a poner a la economía al servicio de la comunidad... No está todo perdido ya que nos queda esta esperanza racional, fuertemente motivada.

México, julio-agosto de 1947.
Víctor Serge

La derrota de Lenin que salvó a Europa- Polonia 1920

El libro «Varsovia 1920» relata la fallida invasión de Lenin a Polonia y sus consecuencias en Europa

En 1939, cuando sus tropas marcharon sobre Polonia para apoyar a los alemanes, Stalin demostró que había aprendido la lección de 1919-1920. No intentaría atraer a los polacos al comunismo; su anterior experiencia le había dejado claro que no estaban predispuestos. Así que se dedicó a eliminar no sólo a nobles, sacerdotes y terratenientes, sino también a médicos, enfermeras, veterinarios, y en general a todo aquel que mostrara el menor signo de pensamiento independiente o incluso de curiosidad. Entre las docenas de cargos que implicaban la detención inmediata y la deportación, se incluía poseer una colección de sellos. Más de 1.500.000 personas quedaron atrapadas en esta fina red. Los oficiales del ejército, contra los que Stalin sentía un odio particular, fueron asesinados en los bosques de Katyn y otros puntos. Los soldados rasos y los civiles fueron deportados a gulags, donde murió la mayoría. A partir de 1945, hizo todo lo posible por extender los mismos principios al resto de Polonia.
Resulta ocioso especular sobre lo diferentes que podrían haber sido las cosas en Rusia si se hubiera negociado algún tipo de paz a comienzos de 1919 y se hubiera evitado la guerra. Sería igualmente vano, aunque fascinante, intentar extrapolar las consecuencias de una victoria rusa en Varsovia en 1920: Polonia y los Estados del Báltico se habrían convertido en repúblicas soviéticas, seguramente seguidas de Checoslovaquia, Hungría y Rumanía, y muy probablemente de Alemania, mientras que el resto de Europa se habría visto profundamente afectado. Nadie sabe si esto habría desembocado en la revolución mundial o en una cruzada internacional para destruir a la Rusia soviética, pero algunas de las consecuencias de esa guerra están ahí para quien quiera verlas. Los acontecimientos de 1919-1920 no sólo modificaron las actitudes en Rusia y Polonia, sino en toda la región e incluso el mundo.
Imperialismo ruso
Confirmaron la opinión de que Rusia sería siempre una potencia imperialista y una amenaza para sus vecinos, quienquiera que estuviera al timón. Apuntalaron la convicción derechista de que el socialismo jamás sería una fuerza benéfica en el campo de la política. Favoreció cierta desconfianza hacia la democracia e hizo que muchos prefiriesen gobiernos encabezados por «hombres fuertes», incluso al precio de algo de libertad personal. Los beneficiarios directos fueron Mussolini, el almirante Horthy, el general Franco, Salazar y Hitler, por no mencionar a otros líderes menos evidentemente dictatoriales. E incluso cuando no existía rastro de amenaza directa, como en las democracias maduras de Gran Bretaña y Estados Unidos, el miedo al «peligro rojo» ejerció una poderosa influencia. Como consecuencia de la presencia en Varsovia del cardenal Achille Ratti en 1920, el anticomunismo sería una de las principales consideraciones de la política vaticana, tanto durante su última nunciatura en Alemania como durante su reinado como papa Pío XI.
El antisemitismo
Una de las secuelas más dignas de mención de los acontecimientos de 1919-1920, que se hizo sentir en mayor o menor medida en todo el mundo, fue que contribuyeron a transformar el antisemitismo residual de la mayoría de los europeos en un factor político, e inyectaron una rica mezcla de nutrientes a las florecientes fantasías sobre los complots judeo-masónicos para destruir la civilización cristiana. El hecho de que hubiera judíos en posiciones prominentes en el aparato soviético, de que el efímero régimen comunista de Hungría hubiera estado encabezado por un judío, de que hubiese judíos en el PolRevKom, de que muchos judíos que vivían en Bielorrusia, Ucrania y Polonia diesen la bienvenida al Ejército Rojo, y de que fueran judíos muchos intelectuales de Occidente que tomaron partido por el comunismo, vinculó ineludiblemente a todos los judíos con el comunismo. Y eso a pesar del gran número de ellos que había huido al aproximarse el Ejército Rojo, que habían sido masacrados por éste o habían luchado en su contra.
Por las mismas razones, sociedades como la polaca eran propensas a considerar a los judíos traidores a la nación, aunque miles de judíos habían luchado valerosamente en las filas del ejército polaco (...).
Estos prejuicios y actitudes sobrevivieron en muchos países, y contribuyeron en buena medida a los horrores de las décadas siguientes. También en la Rusia soviética, donde los judíos eran considerados, en el mejor de los casos, poco dignos de confianza y, con mayor frecuencia, agentes de un complot capitalista mundial o trotskista para derribar al régimen soviético.
Asimismo, la guerra de 1920 nubló la percepción de los militares en todo el mundo. El posterior debate estuvo repleto de supuestos erróneos, y consiguientemente de deducciones aún más erróneas. Los participantes y observadores se apresuraban a justificar, excusar y acusar. Tujachevski (comandante del frente occidental soviético) adjudicó la responsabilidad del desastre a la falta de coordinación entre los frentes y a la mala suerte.
Inferioridad numérica
Otros comandantes rusos esgrimieron la inferioridad numérica y de equipamiento. Sólo unos pocos, como Putna y Serguéiev, culparon a Tujachevski por su incapacidad para concentrar las fuerzas en los puntos adecuados, además de haber asumido que las condiciones en Polonia serían las mismas de la guerra civil en Rusia (...). Se hicieron pocos esfuerzos por analizar la campaña o aprender algo de ella. El general Radcliffe, testigo presencial, la desdeñó como «una guerra del siglo XVIII». Dado el momento en que tuvo lugar, justo después de la Gran Guerra, con sus trincheras estáticas, ejércitos de millones y pesadas concentraciones de potencia de fuego, esta campaña no podía por menos que destacar por su movilidad. La acción había estado encabezada por grandes cuerpos de caballería, que habían llevado a cabo profundos ataques por los flancos, mientras que los tanques y los aviones no habían tenido impacto alguno.
Todo esto fue aprovechado por los soldados de caballería, que estaban siendo desplazados, y los tradicionalistas de todo el mundo para argumentar que la caballería jugaba todavía un papel esencial. Sólo un puñado llegó a la conclusión de que las campañas del futuro consistirían en ataques profundos y movimientos en tenaza realizados por una nueva generación de vehículos acorazados (...).
Muchos extrajeron lecciones equivocadas de la contienda de 1920 –los polacos depositaban demasiada fe en la moral y la instrucción militar, y los rusos en la superioridad numérica, cuando sería la superioridad del armamento la que marcaría la diferencia–, en ella se templaron algunos de los mejores comandantes de la Segunda Guerra Mundial. Además, contribuyó a la victoria aliada de un modo crucial: la atención que el ejército polaco prestó al control de las comunicaciones por radio hizo que a partir de la década de 1920 se interesara por el uso de la máquina de encriptación «Enigma». Esto fue el origen de Bletchley Park, la instalación donde los códigos alemanes eran exhaustivamente descifrados, permitiendo a los aliados conocer las órdenes de la mayor parte del ejército, la marina y las fuerzas aéreas alemanas. Aunque la victoria polaca quedara pronto anulada por lo sucedido a partir de 1939, liberó a Europa oriental del comunismo durante dos décadas, que ofrecieron a esa parte del continente su primer atisbo de algún tipo de existencia democrática y civilizada. La experiencia no siempre fue edificante. Muchos países de la región siguieron los pasos de Italia, España y Alemania.
De Letonia a los Balcanes
No obstante, por imperfecta que pueda parecerle a un observador moderno, esa breve experiencia democrática permitió a los pueblos de un área que se extendía desde la Letonia actual hasta los Balcanes desarrollarse y expandir las instituciones y formas de la sociedad civil, con mayor éxito que el que se les ha atribuido en general. Superaron a democracias más antiguas como la francesa y la británica, por no mencionar a EEUU, en bienestar, viviendas sociales, emancipación femenina, educación pública y en otros muchos terrenos. Y fue esto, al fin y a la postre, lo que les permitió sobrevivir, desafiar y finalmente vencer tanto al fascismo como al comunismo. Los instintos democráticos y cívicos en esa parte de Europa hoy son en buena medida fruto de las dos décadas de libertad ganadas por Pilsudski y sus ejércitos en el Vístula en 1920.

Y LOS IZQUIERDISTAS NO DICEN NADA.

LOS GULAGS SOVIETICOS, Y LA IZQUIERDA ,¡SSHHH! ¡NO DICE NADA!






AQUI LAS FOTOGRAFIAS DE LOS GULAGS SOVIETICOS, DE LO QUE LA IZQUIERDA PUERTORRIQUEÑA NO HABLA, NO DICE NADA, NO SE MENCIONAN A MENOS QUE ALGUIEN SE LOS SAQUE EN CARA.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

ESCUCHEN A EL MAESTRO ALBIZU CAMPOS



Escuchen estos 23 segundos de un discurso de El Maestro, Don Pedro Albizu Campos entre 1948-1950.¿Quién se atrevía decir esos comentarios a menos de 5 años de concluída la Segunda Guerra Mundial? ¡Solo los Nacionalsocialistas!

lunes, 13 de septiembre de 2010

¡LOS ALBIZUISTAS-NACIONALSOCIALISTAS DECIMOS ¡NO AL TERRODUCTO!



LOS CADETES DE LA REPUBLICA DE PUERTO RICO REPUDIAMOS TOTALMENTE EL GASODUCTO DEL NORTE. CONTAMINARAN LOS AQUIFEROS Y DESTRUIRAN LA ZONA DEL CARSO. POR ESO ES QUE DEBEMOS SER MILITANTES Y LUCHAR POR LA INDEPENDENCIA DE PUERTO RICO. SI LOGRAMOS LA INDEPENDENCIA, ESTAS AMENAZAS DISMINUIRAN DRASTICAMENTE!

viernes, 10 de septiembre de 2010

LOS SIMBOLOS DE LOS ALBIZUISTAS-NACIONALSOCIALISTAS!



ESTOS SON NUESTROS SIMBOLOS!
POR DECADAS LOS COMUNISTAS Y SOCIALISTAS EN PUERTO RICO, UTILIZARON LA BANDERA Y SIMBOLOS SOVIETICOS Y TODAVIAN USAN EL SALUDO CON EL PUÑO IZQUIERDO,RECUERDO DE LA TIRANIA STALINISTA! Y NADIE DICE NADA!

AHORA NOSOTROS, UTILIZAMOS LA BANDERA NACIONALSOCIALISTA, CON LA DIFERENCIA QUE CAMBIAMOS EL SIMBOLO, QUE ES LO QUE NOS IDENTIFICA! LA CRUZ POTENZADA DE NUESTRA BANDERA, AHORA EN NEGRO! ¡ QUE VIVA ALBIZU! ¡QUE VIVA EL LIDER! Y ¡QUE VIVA PUERTO RICO LIBRE!

lunes, 6 de septiembre de 2010

COMANDANTE HUGO CHAVEZ, NO ES COMUNISTA!



EL COMANDANTE HUGO CHAVEZ DIJO EL 28 DE JULIO DE 2007, QUE EL NO ERA MARXISTA LENINISTA. NO ES COMUNISTA.
ES NACIONALISTA Y SOCIALISTA, O SEA NACIONALSOCIALISTA!SOCIALISTA NO MARXISTA!
A MENOS QUE HAYA MENTIDO, CONFIAMOS QUE ESE NO ES EL CASO.

domingo, 5 de septiembre de 2010

EXPERIMENTOS ESTADOUNIDENSES CON PUERTORRIQUEÑ@S

En 1931 fue Cornelius P. Rhoads inyectándole células cancerosas a pacientes puertorriqueños en el Hospital Ashford, en el Condado (y asesinando a varios más). Durante los 1950s y extendiéndose hasta los 70s estuvo la "Sunshine Operation", a través de la cual se robaron cadáveres boricuas, o partes de éstos, y fueron enviados a los Estados Unidos para estudios sobre radioactividad (el robo involucró cadáveres de varias naciones).

A principio de los 60s fue la compañía Searle experimentando con mujeres puertorriqueñas para probar las primeras pastillas anticonceptivas (hubo tres muertes que el gobierno nunca investigó). También durante los 60s se estudiaron los efectos desfoliadores del agente naranja en El Yunque y otros bosques de Puerto Rico. Además se irradiaron predios del Yunque para estudiar su efecto en los ecosistemas. Estos son sólo algunos ejemplos de abusos cometidos en nombre de la ciencia contra el pueblo puertorriqueño.

http://www.cienciacierta.org