martes, 24 de agosto de 2010

LA CONFERENCIA DE EVIAN Y LA HIPOCRECIA MUNDIAL

La Conferencia de Evian fue una iniciativa del presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt. El objetivo de esta reunión fue discutir sobre el problema de los refugiados judíos víctimas de las políticas discriminatorias del régimen nazi. La conferencia duró 9 días y fue realizada en Évian-les-Bains, Francia, entre el 6 y el 15 de julio de 1938 y contó con la presencia de varias delegaciones internacionales.
La Conferencia de Evian contó con la presencia de delegados de 32 países, entre los que estaban, Estados Unidos, Noruega, Dinamarca, Suecia, Suiza, Brasil, Argentina, Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Chile, Países Bajos, República Dominicana, Canadá y Australia.
Asistieron también representantes de numerosas entidades judías internacionales, como la Agencia Judía, el Congreso Judío Mundial y la Organización Sionista Revisionista. También asistieron personeros de organizaciones de ayuda a refugiados y representantes de la Sociedad de Naciones.
Los medios de comunicación también se hicieron presentes, hubo periodistas de diarios tanto europeos como norteamericanos, además de un corresponsal del diario argentino La Prensa.
Asistieron personalidades como Chaim Weizmann y Golda Meir, que serían los futuros presidente y Primer Ministro de Israel respectivamente.

Frente a este desolador panorama la reunión rindió pocos frutos: se logró que los niveles de dificultad de los trámites de salida de Alemania descendieran un poco, y aunque algunos países latinoamericanos aceptaron recibir judíos dentro de sus territorios, los números de refugiados permitidos fueron muy bajos, la gran mayoría de países no aceptó a los inmigrantes.
Cabe destacar que la única excepción de esta conferencia fue la República Dominicana, que mostró su disposición a aceptar 100.000 refugiados, aunque en la práctica y producto de los difíciles trámites burocráticos que los países de origen y tránsito de los refugiados exigían, la cifra fue mucho menor a la mencionada.
Chaim Weizmann, que sería posteriormente el primer presidente de Israel, frente a esta situación anunció tristemente a un periodista del The Guardian: «El mundo parece estar dividido en dos partes: Una donde los judíos no pueden vivir y la otra donde no pueden entrar»
El gobierno nazi comentó que resultaba asombroso como los países extranjeros criticaban al régimen por su trato a los judíos y que ninguno de ellos se dignara a recibidos en sus países.
Es importante mencionar que aún luego de la Noche de los cristales rotos,que azotó a los judíos alemanes en noviembre de 1938, países como Estados Unidos continuaron con su posición de no recibir inmigrantes judíos.

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